domingo, 28 de abril de 2013

Pedagogía Waldorf

La pedagogía Waldorf fue creada por Rudolf Steiner en 1919. Se basa en considerar la escuela no sólo como un sitio para adquirir conocimientos, sino sobre todo para la formación humana de la persona.

Se intenta que el niño desarrolle de forma armónica sus capacidades y aptitudes, consiguiendo el equilibrio entre sus conocimientos intelectuales (historia, matemáticas, física, geografía, etc.), sus capacidades artísticas (danza, música, pintura, etc.) y sus habilidades manuales.

Los maestros de una escuela Waldorf están especialmente formados en el conocimiento de las etapas evolutivas del niño.



Nuestro más elevado propósito ha de ser
formar seres humanos libres,
capaces de impartir desde sí mismos,
propósito y dirección a sus vidas” (R. Steiner)


En una escuela Waldorf, en el parvulario se juntan en una misma clase niños de tres a cinco años. Se busca con ello estimular en el niño el sentido social y de cooperación.
La Escuela Waldorf de Stuttgart, creada en Septiembre de 1919 para los hijos de los obreros de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, tenía unos claros fines sociales. Rudolf Steiner daba también clases nocturnas a los obreros de la fábrica y se encargó asimismo de preparar y formar a los maestros fundadores de la Escuela. 

En la actualidad es un sistema educativo con 80 años de experiencia, integrado en el marco de las “Escuelas Asociadas” a la UNESCO.


La Pedagogía Waldorf es un movimiento pedagógico cuyas bases metodológicas y didácticas parten de un continuo estudio por parte del profesorado de la naturaleza humana, concretándose en un plan de estudios completo, en el cual se mezclan armónicamente las actividades intelectuales, artísticas y prácticas. 

 

La etapa escolar en una escuela Waldorf se caracteriza por:

- Un niño tiene el mismo tutor durante ocho años. Hay una estrecha colaboración entre tutor y padres.

- No hay libros de texto. Los niños elaboran su propio cuaderno de trabajo. Al haber más libertad, se refuerza el sentimiento de estima entre el profesor y los alumnos.

- Todas las clases tienen una parte intelectual, una artística y otra de manualidades. Se enseña al niño a través del arte.

- No hay notas ni exámenes. Hay un seguimiento continuo del niño durante todo el curso.

- Hay un horario planificado con sensatez: las primeras horas se dedican a las asignaturas más intelectuales; las horas intermedias se dedican a las materias artísticas y a los idiomas; las últimas horas se dedican a las manualidades y a las actividades psicomotrices.
 



Nuestro más elevado propósito ha de ser
formar seres humanos libres,
capaces de impartir desde sí mismos,
propósito y dirección a sus vidas” (R. Steiner)



1 comentario:

Anónimo dijo...

La realidad es muy otra: Charlatanería y Fascismo subliminal